jueves, 16 de abril de 2009

Bikini sixtino. Húmeda enjuta.


Nada mejor que pasarse la historia sagrada por el chirri para sentirse monísima.

La muerte del arte, arte a muerte.

El otro día estuvimos diseccionando el arte entre Möonriver, Ciudadanoé y una servidora, con mona y barbacoa, que lujazo.
Y entre el surrealismo, el dadaismo, el post-modernismo y el excursionismo macordé de Stelarc.

Cuando alguien afirma que el arte a muerto, Sterlac levanta la mano. Pero no para pedir la palabra, sino para escucharlo mejor:


Si, este señor se ha implantado una oreja en el antebrazo. Al principio le puso un micro con bluetooth pero se le infectó y acabó sordo de brazo (he aquí artículito al respecto del "The New York Times" mu interesante).

Las nuevas técnicas científicas y los hallazgos tecnológicos, con los límites de las disciplinas difuminados, pasan a engrosar el limbo del arte. Dan nuevas vías de expresión a conceptos viejos pero, sobre todo, aportan nuevos conceptos a viejas reflexiones.

En otros trabajos como "Blender" o Licuadora, Sterlac y Nina Sellars s'hacen sus buenas respectivas liposucciones,

y se lo endiñan todo bien removido a un chisme que lo bate y lo remueve, ahí, con su colorcico, pa que crie...


Es un puto asco, vale. Pero parece un asqueroso lenguaje nuevo.
Como puede estar muerto el arte cuando está literalmente vivo?

lunes, 13 de abril de 2009

Nuevos lenguajes.


según me comunican
el arte ha muerto
se secan los pinceles
se mueren los cerebros
según me comunican
el arte ha muerto
y todo esta inventado
el arte ha muerto
y protesto
y el arte ha muerto
según me comunican



"El Grito" de Edward Münch, a los caracteres ASCII.