Picasso y yo, espalda con espalda, contamos tres pasos...
Él desenfunda primero:
Yo, hago lo que puedo:
-Y dónde está la gente? Imprudente!- exclama Picasso.
-Ah. Pero había alguien?- insisto yo vacío.
Al comenzar las deliberaciones el Arte se respira denso en la sala, alguien pregunta dónde está el baño y el maestro Velázquez tuerce el bigote tomando perspectiva.
A él el espacio no le duele. Su ausencia crea materia atmosférica entre el lienzo y yo
y se oye la cadena del water.
El maestro gesticula pero no alcanzamos a entender.
Tras tres pasos
ambos caemos heridos de Arte,
muertos los dos.
(No me corto ni media y me mido con Pablo, que le va a venir mu bien pa su carrera, ya me lo agradecerá.)
Yo, hago lo que puedo:
-Y dónde está la gente? Imprudente!- exclama Picasso.
-Ah. Pero había alguien?- insisto yo vacío.
Al comenzar las deliberaciones el Arte se respira denso en la sala, alguien pregunta dónde está el baño y el maestro Velázquez tuerce el bigote tomando perspectiva.
A él el espacio no le duele. Su ausencia crea materia atmosférica entre el lienzo y yo
y se oye la cadena del water.
El maestro gesticula pero no alcanzamos a entender.
Tras tres pasos
ambos caemos heridos de Arte,
muertos los dos.
(No me corto ni media y me mido con Pablo, que le va a venir mu bien pa su carrera, ya me lo agradecerá.)
2 comentarios:
tú y tus frikidialogues con el arte...eres muy especial! en el buen sentido de la word!
jiji,
me encanta el vacío de las meninas, tengo una cuenta pendiente con ellas hace años
pero... quién es el maestro?!
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