miércoles, 25 de marzo de 2009

Cuando tus profesores empiezan a morir...


...te haces mayor de repente.


Ayer murió Ricard Salvat, dramaturgo, escritor, historiador y sobretodo, por lo que a mí concierne, profe.
De las pocas cosas que me quedan de mi paso por la Facultad de Historia está él: enorme, tiránico, sarcástico, genial, tierno cabrón.
Recuerdo muchas cosas de ti, y no hoy que sé ketasido, las recuerdo de vez en cuando, te voy recordando.
Recuerdo tu ironía a la yugular en el despacho, tus alegatos interminables, tener que interrumpirte 15min. después de haber terminado una clase sin que nadie se hubiera movido de su silla o cuando te presentabas con la estrella de turno en clase, para alucine general, y recitabais algo. También como nos apoyabas en los encierros en la Facultad (como justo hoy se ocupa la misma, que bonito homenaje) y lo sólo que te sentías en tu cátedra (de la que te echaron a patadas). Nunca olvidaré cuando me presentaste a Gila y a Rubianes (que estaréis de farra allende como cuando os conocisteis en Cuba) como "mi amigo Montijano", no mi alumno!, o como me colabas en la sala de sonido del Villarroel en los ensayos.

Cuantas cosas te recuerdo, Dr. Salvat! A más ver.

2 comentarios:

ciudadanoe dijo...

q bonito obituario!!!!!!!

Anónimo dijo...

Es precioso, cuprogui, realmente hermoso.