Caravaggio tituló este como otro de sus cuadros "Ragazzo con fruta y dildo" sembrando uno de los mayores enigmas de la Historia del arte, pues nadie supo ver el dildo hasta que unas pruebas recientes para su restauración lo sacaron a la luz.
Parece ser que el autor prefirió tapar esa parte con la mesa. Se desconoce el motivo de este pendimento ni porqué se mantuvo el nombre de la obra. ¿Quiso Caravaggio dejar más espacio a nuestra imaginación tan solo sugiriendo la acción en el título?
Ahora el debate gira en torno a si sería conveniente retornar la obra a su estado original, pués queda demostrado
que Caravaggio era un tarado.
Colorín, colorado...
1 comentario:
lujo!!
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